Aparte de tranquilas calles, casas y lotes de vegetación semitropicales, el encanto real de Miraflores es su simplicidad, la honestidad y el ambiente relajado que su existencia no depende de turismo. La historia de la ciudad la remonta a siglos cuando una media docena de jóvenes ingleses supuestamente habían abandonado un barco ballenero después de haber ido a shangai de vuelta a casa. Se convirtieron al catolicismo, aprendieron español y se casaron en la comunidad agrícola. Uno puede visitar el cementerio y leer en inglés nombres de familia en las lápidas antiguas. Observadores, botánicos y otros naturalistas disfrutarán de explorar las cercanas Montañas, cañones, arroyos y cascadas de Miraflores o Santiago aún más por la autopista. El medio ambiente de las zonas semitropicales está situado cerca del Trópico de cáncer y es un verdadero Edén para los observadores de la naturaleza. Aunque Miraflores es una comunidad con un gran porcentaje de habitantes, la mayoría de los 3.000 habitantes trabajan en San José del Cabo, la vida tradicional prevalece aquí. Gente le dirá a las mujeres más hermosas, deliciosos productos ecológicos y los vaqueros más difíciles viven y se acercan a Miraflores.
Este pueblo tiene cientos de años de antigüedad y es conocido en el área por la calidad de sus productos de piel y las aguas termales localizadas en las afueras del pueblo.
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